Un libro escrito desde el vacío para llenar cada una de sus esquinas. La nada no es un libro. Pero eso ya lo sabías. Es un [espacio en blanco] que espera tus manos, tu mirada, tu silencio… tu secreto.
La nada es una mentira, ciento once páginas repletas de nada… que a su vez contienen infinitos universos.
Nada. Y precisamente por eso, todo. Recuerdos, preguntas, (paréntesis), suspensivos… restos de café, líneas paralelas que, en realidad, no existen, ni se tocan… pero se rozan.
Porque en realidad no hay nada. Solo huecos dejados al azar. Un pequeño salto al vacío. O de fe.
Tendrás que creerme… o mejor no.
Podrás jugar conmigo al escondite. Yo me encargo de este lado de un perder más que asegurado.
Como quienes todavía se preguntan qué hace un pez…
Lo sé, la respuesta es tan absurda, como abrumadora.