Las cartas de los domingos llegan a esta orilla, aquí donde llueve, aunque en realidad no veas caer ni una sola gota del cielo. Un lugar silencioso, sin prisas, para perderse durante un ratito, entre letras e historias que nos lleven de nuevo a esos lugares a los que, a peces, olvidamos volver. Fotografías, relatos cortos, poemas, descargables, quién sabe si una historia inventada por fascículos que termine convirtiéndose en libro… canciones, videos, trocitos de viajes, recomendaciones, reflexiones caóticas o pensamientos en desorden. Un pequeño cajón de-sastre, que podrás abrir tantas veces quieras, e incluso cerrar para siempre cuando te apetezca. Allí quedará almacenado cada semana toda esta locura, además de un historial de todas las cartas antiguas enviadas. Comienza un nuevo viaje, también lo será para mí. Sólo debéis dejaros llevar, naufragar… que las olas os acaricien cuando lleguen a la orilla, en mitad de este mar, y que al menos por un instante… os olvidéis del resto del mundo y que el mundo se (des)-haga en poesía. Ahora todo puede pasar… ¿sucedemos?